miércoles, 21 de octubre de 2009

ORDEN TOSCANO


ORDEN TOSCANO
La arquitectura romana, es expresión de la funcionalidad y el pragmatismo del espíritu que llevó a Roma a conquistar y colonizar el mundo conocido. Es evidente que la influencia griega y etrusca marcaron las bases de esta arquitectura, pero la personalidad Romana le dotó de una uniformidad y monumentalidad características.
De hecho los órdenes griegos -jónico, dórico y corintio-, son empleados profusamente, pero no en una uniformidad, sino combinándolos en un mismo edificio. Como consecuencia aparecen dos nuevos órdenes: el compuesto -mezcla del jónico y del corintio- y el toscano, evolución del dórico.
Con el paso del tiempo, dado que los arquitectos renacentistas conocían mucho mejor el arte romano que el griego, el orden toscano también fue muy habitual desde el siglo XV (mucho más que el orden dórico que, prácticamente era desconocido y no fue recuperado hasta el Neoclasicismo).
El orden toscano es la aportación etrusca a los órdenes clásicos. Deriva del dórico, del que es una simplificación, y fue utilizado en Etruria en época anterior a la conquista de Grecia. Posteriormente fue adoptada y difundida por los romanos.
Se caracteriza por las siguientes peculiaridades:
El entablamento está compuesto por:
• El arquitrabe, una especie de viga gruesa y lisa que recorre toda la alineación de columnas.
• El friso, banda horizontal lisa de igual apariencia que el arquitrabe y separada de éste por un listel llamado tenia.
• La cornisa remata el orden formando un saledizo que generalmente cuenta con una moldura de tipo cimacio.
• El capitel está integrado por cinco piezas, todas ellas lisas:
 Un listel.
 El ábaco es una pieza prismática similar a un tablero de planta cuadrada que soporta directamente sobre sí la estructura horizontal del edificio.
 El equino, cuya geometría es la de una figura convexa de revolución, se expande hacia la parte superior con un sentido de transición entre las dimensiones del extremo del fuste y las del ábaco de mayor tamaño.
 El collarino, tambor cilíndrico intercalado entre el equino y el fuste, a modo de prolongación de éste y separado de él por una moldura horizontal.
 El baquetón (Moldura redonda vertical, normalmente dispuesta en hilera con otras).
La columna toscana, a diferencia de la dórica griega, se apoya sobre una base (y ésta, sobre un podio)
El fuste es de sección circular, normalmente liso. El tamaño total de la columna suele ser de catorce módulos, siendo de doce el del fuste. Su diámetro no es constante, sino que va aumentando hasta producir un ligero abombamiento o éntasis, decreciendo luego hacia el extremo superior.

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