martes, 6 de abril de 2010

14.- FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS DEL RÉGIMEN FRANQUISTA

1.- Concentración de poderes
La dictadura basó su sistema político en la estricta prohibición de los partidos políticos, unida a una brutal represión contra los que habían apoyado a la República. En 1937 se había establecido el partido único, la FET de las JONS, que vino a denominarse el Movimiento Nacional.
El dictador concentraba todo el poder y asumió la función constituyente. Poco a poco el régimen fue aprobando diversas Leyes Orgánicas, que configuraron lo que se vino a en llamar las Leyes Fundamentales del Movimiento entre las que se encuentran las siguientes:
Fuero del Trabajo (1938) en el que se prohibían los sindicatos libres. Siguiendo el modelo fascista, la Organización Sindical se configuró como el sindicato único controlado por la Falange.
Según la Ley Constitutiva de las Cortes (1942) éstas estaban elegidas por sufragio indirecto basado en algunas corporaciones como la familia, el municipio y el sindicato. En la práctica, eran unas elecciones totalmente amañadas y los representantes elegidos eran los que deseaba el régimen.
Fuero de los Españoles (1945) es una declaración teórica de derechos y deberes, impregnada de la mentalidad tradicionalista y católica, que no supuso en la práctica ningún reconocimiento de derechos políticos o sociales.
Otras leyes fueron la del Referéndum Nacional que permitía al Jefe del Estado convocar plebiscitos para que el pueblo, en un marco de ausencia de libertades, refrendara una ley; y la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado por la que España fue declarada "reino" y Franco se reservó el poder de proponer su futuro sucesor. Esta ley constituyó una gran decepción para los monárquicos que soñaban con que Franco propiciara la vuelta al trono de los Borbones.
La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 fue la herramienta jurídica utilizada para la dura represión que llegó al final de la guerra. El número de prisioneros políticos fue tan grande que se tuvieron que habilitar campos de concentración a lo largo de todo el país. Las ejecuciones se contaron por decenas de miles.
La represión de la posguerra propició un clima de terror generalizado entre gran parte de la población. Especialmente en las ciudades, las zonas industriales y el sur del país. Este terror explica la debilidad de la oposición durante años.

2.- Bases ideológicas: anticomunismo, nacionalcatolicismo, tradicionalismo
El régimen de Franco baso su ideología en los mismos principios que los estados fascistas (Italia y Alemania) y del Falangismo. Sin embargo el régimen de Franco tuvo un cierto carácter autóctono que le da el apoyo en la Iglesia (se conoce como nacional-catolicismo). El régimen manifestó una gran capacidad de supervivencia y adaptación que le llevaron a cambiar las leyes, el sistema económico y las relaciones diplomáticas cuando convenía pero sin modificar apenas los principios fundamentales y básicos de su política interna.
Los fundamentos del nuevo régimen, además de la ya mencionada concentración del poder político en Franco, fueron los siguientes:
Autoritarismo. La autoridad de Franco se considera indiscutible, se fundamenta en dos hechos: que ha ganado la guerra y tiene el ejercito y las armas; y que él es el enviado por Dios para llevar a España por el buen camino. Este poder absoluto le permite actuar sin ninguna traba y llevar al país a lo que él crea conveniente.
La obediencia a Franco se obtiene o por convencimiento o a partir de la represión, que se convierte en un instrumento muy eficaz para evitar la disidencia política, social o ideológica. Por otra parte, el régimen prohíbe los partidos políticos, solo se permite la Falange. Los sindicatos de clase son sustituidos por el sindicato vertical. Y se prohíbe también la propagación de ideas contrarias al régimen.
El control ideológico de la juventud se hace desde el Frente de Juventud, el de las mujeres desde la Sección femenina y el de los trabajadores mediante el Sindicato Vertical. El control del país además se articula a través de otras dos instituciones: el ejercito y la Iglesia.
El anticomunismo, que fue clave desde el inicio de la guerra civil. Posteriormente, la guerra fría entre EEUU y la URSS desde 1945 hizo que el régimen franquista reforzara aún más este aspecto para ser aceptado en el mundo occidental.
Antiparlamentarismo y antiliberalismo. El franquismo siempre se mostró contrario a las libertades políticas.
Nacionalcatolicismo. Franco se elige desde el principio como defensor de la religión y la moral católica. La Iglesia reconoce al franquismo y habla de la guerra civil como una cruzada. Este alineamiento con la Iglesia supone abolir el divorcio, establecer como obligatorio el matrimonio católico, así como la enseñanza en escuelas y colegios. La Iglesia ejercerá un control indudable y eficaz sobre la sociedad a través de la enseñanza. Así mismo controla lo que se lee y lo que se ve a través de la censura y a través de la posibilidad de emitir informes de buena conducta. Su poder en este aspecto es indudable, esta penado por ley la blasfemia y el trabajo dominical. La Iglesia fue la gran legitimadora de la dictadura franquista. A cambio dominó la vida social y la educación. Una estricta moral católica en lo público y en lo privado se impuso en el país.
Defensa de la "unidad de la Patria". Negativa a cualquier autonomía política de las regiones y fomento del castellano como única lengua española. La prohibición de las otras lenguas peninsulares fue estricta en los primeros momentos para, posteriormente, evolucionar hacia una cierta tolerancia.
Tradicionalismo. La idea de España que defendió la dictadura se basó en raíces históricas a menudo adulteradas (La Reconquista, el Imperio, Defensa del Catolicismo)
Militarismo. Preponderancia social del estamento militar (desfiles, uniformes, himnos, bandera...)
Rasgos fascistas: símbolos y uniformes, exaltación del Caudillo, violencia como medio político. Los aspectos externos más comprometedores (saludo fascista) fueron atenuados tras la derrota de Hitler y Mussolini en 1945.
Con respecto a las bases sociales de la Dictadura, podemos decir que Franco asentó su nuevo régimen en la oligarquía terrateniente y financiera que recuperó su hegemonía social y fue la gran beneficiaria de la política económica intervencionista del régimen, así como en las clases medias rurales del Norte y Castilla que estaban bajo una fuerte influencia de la religión católica.
La mayor parte de las clases medias urbanas y de las clases trabajadoras apenas respaldaron a la dictadura. En los primeros años de la dictadura, la represión sistemática, la miseria y la desmoralización tras la derrota impidieron que esa falta de apoyo se concretara en oposición al régimen.
La situación cambió en los años sesenta. El desarrollo económico hizo que el régimen contara con mayor consenso social entre las clases medias y trabajadoras, aunque al mismo tiempo la tímida liberalización del país propició el desarrollo de la oposición.

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