martes, 1 de diciembre de 2009

GOTICO: ARQUITECTURA

7- EL ARTE GÓTICO.

A.- INTRODUCCIÓN.
El estilo gótico se desarrolla en Europa, sucediendo al románico desde la cuarta década del siglo XII hasta bien entrado el XVI, aunque ambas arquitecturas responden a principios inspiradores opuestos.
Con el gótico se produce una de las más radicales rupturas estilísticas que han conocido la arquitectura occidental. La razón de tal revolución es el cambio de la mentalidad medieval sobre el conocimiento y la verdad existente.
La idea de que sólo la racionalidad humana es el único sistema de conocimiento y que las formas sensibles son sólo una apariencia engañosa de la verdad, es desplazada por la convicción de que de los sentidos son necesarios descubrir las cosas de la naturaleza, verdadera fuente de conocimiento.
En este contexto y aunque la arquitectura sigue sujeta a ciertas reglas básicas de geometría, los edificios se liberan del rigor racional anterior y a sus estructuras se les permite la vida y la espontaneidad.
El aumento de la producción y el consecuente renacimiento del comercio y como consecuencia de las ciudades provoca un enriquecimiento de la burguesía urbana que desarrollará un arte impregnado de un nuevo sentimiento religioso mas humano y emotivo, más realista y más naturalista.
Las catedrales serán el símbolo del nuevo arte gótico. A su vez los castillos románicos darán paso a las residencias de tipo palaciego.
B.- LA ARQUITECTURA DE LA LUZ. LA CATEDRAL GÓTICA.
Las plantas de los grandes edificios góticos no fueron muy diferentes de las de las grandes catedrales románicas (tres naves, transepto y cabecera con girola y capillas radiales. En el alzado se respetó la configuración de tres pisos superpuestos.
Pero donde la arquitectura gótica es esencialmente diferente a la románica es en el sistema de abovedamiento, ya que en el románico se emplean pesadas bóvedas de medio cañón sobre arquerías de medio punto que debían soportar inmensos esfuerzos, en colaboración de gruesos muros. La arquitectura gótica se basó en el arco apuntado y la bóveda de crucería, amén del arbotante.
El arco apuntado ejerce menos resistencia que el de medio punto al peso superior que soporta y su estilizada figura permite una estética ascensional que será explotada plenamente por el gótico.
La bóveda de crucería es el resultado del cruce de dos bóvedas de cañón apuntado soportada por dos arcos cruceros diagonales.
En conjunto, estas estructuras liberan de casi todo el peso a los muros perimetrales, localizándolo en cuatro puntos determinados. Esto permite desmaterializar el muro, mediante grandes vanos o ventanales con tracerías caladas en las que se encastraron hermosísimas vidrieras coloreadas. Para reforzar los puntos de evacuación del peso se reforzaron los contrafuertes ya usados de manera continua en el románico y, sobre todo, se empleó el arbotante, verdadero arco de apuntalamiento que conduce el peso soportado por las zonas de sostén definitivamente hacia el exterior del edificio a través de un contrafuerte situado en el exterior coronado por un pináculo.
El gótico es monumental, con una tendencia ascendente de los edificios, donde la altura de sus bóvedas simbolizan la elevación espiritual.
En el alzado se abren tribunas y triforios ciegos. En las fachadas se disponen grandes torres, coronadas por agujas o chapiteles, el rosetón, y una decoración exterior cada vez más abundante y recargada a la que además de contrafuertes y arbotantes se añaden motivos ornamentales como los pináculos, las gárgolas, los doseletes…, junto con la escultura que sigue ligada a las construcciones.
Dentro del gótico podemos distinguir varios períodos:
Gótico temprano, con bóveda de crucería desde su origen, "pilares compuestos" con columnas en las caras frontales y columnillas en las esquinas para apear los nervios. Una coherencia general basada en la altura y el cromatismo de la luz, que no poseen los templos tardorrománicos.
El gótico nace en la Isla de Francia, concretamente en la girola de las iglesia abacial de Saint-Denis, panteón real cercano a París y construida a partir de 1137, donde las finas columnas que soportan las bóvedas de crucería sin muros divisorios entre las diferentes capillas crean un espacio continuo y dinámico que servirá de base para el desarrollo de esta nueva arquitectura.
En catedrales posteriores se añade un cuarto piso (triforio) al tradicional sistema de arquerías, tribuna y claristorio. Otra característica de estos edificios góticos iniciales es el empleo de la bóveda sexpartita bastante abombada (las claves de las ojivas están más altas que las claves de arcos formeros y perpiaños) para asegurar mayor verticalidad a los empujes.
Gótico clásico, le observamos en la catedral de Chartres -comenzada en 1194- vuelve al alzado de tres pisos (arquería, triforio y claristorio, habiendo sido eliminada la tribuna, invento románico para reforzar las bóvedas de la nave central), siendo el superior o claristorio de enormes ventanales bíforos apuntados con rosetones, tréboles cuadrifolios, etc. Los arbotantes de Chartres permiten eliminar el abombamiento de las bóvedas con lo que las claves de todos los arcos están al mismo nivel.
Este periodo del gótico clásico culminó en la catedral de Reims (comenzada en 1210) y que sigue el esquema general de Chartres. Con sus equilibradas proporciones, Reims representa el momento clásico de serenidad y reposo en la evolución de las catedrales góticas.
Gótico radiante
En esta fase del gótico francés, la luz adquiere el total protagonismo ya que se desmaterializa el muro en detrimento de la altura para colocar vidrieras profusamente, en concreto, mediante rosetones (de aquí el nombre) o grandes vanos con tracerías caladas. La Sainte-Chapelle de París es el mejor ejemplo de esta arquitectura.
Gótico flamígero
Utiliza el arco conopial y las tracerías en forma de llama.
Las tres características más acusadas son el barroquismo de la decoración exterior de las fachadas (puertas y ventanales), la eliminación de obstáculos visuales que perjudicasen el aspecto ascensional y la complejidad decorativa (ya poco tectónica) de las bóvedas de crucería que incorporan infinidad de nervios trazando complejísimas figuras geométricas mediante terceletes, arcos combados, etc. (Ver comentarios libro).
C.- LA ARQUITECTURA CIVIL.

El desarrollo económico europeo permiten una renovación de la arquitectura civil, tras la que se encuentran burgueses y nobles, que en plano de mecenazgo, van a rivalizar con la Iglesia en la promoción de nuevos edificios.
Nuevas residencias palaciegas sin función militar, hospitales, ayuntamientos y las lonjas o atarazanas.

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