Una de las mayores riquezas de la Alhambra es la multitud de inscripciones que tiene. Es un verdadero libro en piedra que no sólo tiene fases laudatorias de Allah o del sultán, sino poemas que explican la construcción de los distintos palacios. También son muy ricos los techos de madera con representaciones astronómicas o decorados con mucarnas, presencia de cerámica con formas geométricas y epigráficas. Suelos de mármol blanco y abundantes yeserías decoradas. Presencia de celosías con formas geométricas entrelazadas.
La Alhambra está emplazada en la alta colina de la Sabica. De forma irregular, la construcción se adapta en terrazas, con una orientación este-oeste, totalmente rodeada de murallas con albarranas y fosas. En realidad era una gran ciudad palatina con varios palacios y viviendas que van del siglo XIII al siglo XV. Su nombre proviene de la piedra de color rojizo. Se entra por zona esquinada desembocando a dos espacios: al sur la ciudad y al norte las caballerizas. Una calle conduciría a la ciudad, con la Torre de la Vela o la Campana, en relación con las sobrias construcciones argelinas. La Torre del Homenaje es más interesante al estar dividida en seis pisos, con una antigua vivienda para el califa en la zona superior. Entre las dos torres hay una ciudad para el ejercito.
El Generalife, construido por Muhammad II entre 1272 y 1303 como finca de recreo frente a la Sabica, construida por una serie de palacios unificados por el agua. También encontramos un patio para jinetes con bancos. Ismahil I, en 1319 hace obras. A destacar un patio en crucero y pórticos con habitaciones, encontrándose al oeste un mirador, y una original escalera de agua. El Palacio del Partal construido por Muhammad III, recibe el nombre de los cinco arcos del pórtico. Consta de un patio con alberca y un pabellón con arcos y paños de sebka. La techumbre de madera se perdió, y la actual es una imitación. Conserva un mirador que domina toda la vega de Granada. Anexa está la Torre de las Damas que comunicaba con un oratorio rectangular.
El Mexuar es obra de Ismahil I, reformada posteriormente. De planta rectangular y sustentada por cuatro pilares, fue reconvertido en oratorio por los Reyes Cristiano. La Torre de la Cautiva posee ese exterior sobrio por donde asoman unas ventanas geminadas anunciando un interior suntuoso, con zócalos de azulejo y yeserías, suelos de mármol y cubiertas de madera. La Torre de Comares sigue el esquema de la anterior, de planta cuadrangular y saletas abiertas en el muro. Según inscripciones esta era la sede del trono del citado sultán. A un lado conserva un oratorio. Lo más importante son las yeserías y la gran techumbre de madera, una bóveda esquifada con la simbología de los siete cielos. Posteriormente Muhammad V construye una gran alberca ante el torreón y una sala ancha llamada de la barca. El baño construido por Ismahil I y reformado por Yusuf I, es el nexo entre las obras de éste y de Muhammad III. Consta de la casa del guardián de los baños, la sala de las camas en ladrillo y con habitaciones independientes, tepidarium y caldarium.
Con Muhammad V se vivirá un furor constructivo en dos etapas: anterior a 1354, cuando es expulsado al norte de África y a partir de 1362 cuando vuelve a Granada triunfante. De su primera etapa destaca la Sala de las Dos Hermanas, un mirador cubierto con una cúpula de mucarnas y con la consabida decoración de yesería y azulejos. De su segunda etapa está el Palacio de Leones, quizá una especie de villa de recreo con salas para banquetes. El patio es tipo crucero con cuatro parterres y dos pabellones con pantallas de arcos de rica decoración. El agua se distribuía a través de la fuente de los leones con acequias que penetraban en las distintas estancias. Al norte está la citada Sala de las Dos Hermanas, anterior al resto del palacio, al sur la Sala de los Abencerrajes con fuente, saletas laterales y bóveda de mucarnas estrellada. Al oeste está la Sala de Mocárabes, con fuente y cubierta de mucarnas y al este la Sala de los Reyes, un gran comedor con saletas aisladas cubiertas con bóvedas de cuero pintadas según el gótico internacional con escenas de corte, raras en el mundo musulmán.
El Patio Dorado conmemora en 1369 la Batalla de Algeciras, con una portada monumental, con celosías y baldaquino de madera. Será la última gran construcción del arte nazarí y del arte musulmán en España.
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