1.- Enumere y sitúe en el espacio los pueblos que colonizaron la P. I. antes de la llegada de los romanos, y los principales pueblos prerromanos.
- situación cronológica y geográfica de los pueblos colonizadores y prerromanos
En el amplísimo período que va desde el Paleolítico a la dominación romana, la Península Ibérica se configura como un territorio heterogéneo de pueblos diversos en lo étnico, económico, social y cultural.
A comienzos del primer milenio, celtas e iberos se asientan en la Península.
Los celtas, pueblo indoeuropeo, se instalan en áreas poco pobladas de la mitad noroccidental. Traen consigo el conocimiento de la metalurgia del hierro, nuevas técnicas de cultivo y nuevos animales. En el centro de la Península, poco poblada, se convirtieron en el elemento social y étnico fundamental. En cambio, en el N. O., donde la población era más numerosa, se impusieron y actuaron como minoría dominante. Se establecen en emplazamientos defensivos, en lo alto de colinas y cerros, protegidos por grandes murallas:los castros.
Los íberos ocupan la mitad sudoriental y están integrados por una gran diversidad de pueblos. Los pueblos mediterráneos tenían una economía más compleja, como consecuencia de la influencia de los pueblos orientales. Junto a la explotación agraria de cereales, viñedo y olivo se había desarrollado una importante actividad minera, artesana y comercial. Crecieron algunos núcleos importantes, embriones de vida urbana. Gades. Malaka, Córdoba, Hispalis, fueron las primeras ciudades importantes, regidas por organizaciones políticas de tipo monárquico.
En el área de contacto entre estos dos grandes ámbitos culturales surgió una cultura mixta, con rasgos étnicos, económicos y culturales de iberos y celtas. Es el ámbito cultural celtibérico.
Sólo existió un intento de unificación política superior, realizado por Tartessos, pueblo que consiguió reunir bajo el mismo poder a toda la parte meridional de la Península. El período de esplendor de Tartessos coincide con el comercio fenicio. Explotaba con esclavos sus propias minas y luego vendía sus productos a los fenicios. Incluso participó en la búsqueda de los minerales del N.O., bien por ruta marítima o por vía terrestre, por la llamada vía de la Plata.
LAS COLONIZACIONES MEDITERRÁNEAS
Fenicios y griegos son los principales protagonistas del comercio mediterráneo. Sus rutas comerciales buscaban el estaño del N. O. peninsular y de las Islas Británicas, la plata, el cobre, el oro de las áreas mineras del sur peninsular (Murcia. Almería, Sierra Morena. Huelva).
Para asegurarse las rutas las jalonan de factorías comerciales, de colonias establecidas en las costas mediterráneas, e islas Baleares (s. VIII a. C.)
Los griegos siguen la ruta del Mediterráneo septentrional. Todas sus colonias peninsulares se encuentran muy al N (700 a. C.)
Cuando Nabucodonosor de Babilonia tomó las principales colonias fenicias en el 573 a. C. el comercio fenicio decayó. Los griegos fundan entonces nuevas colonias, situadas más al sur que las anteriores, y generalizan los contactos con los pueblos del interior. Pero la derrota en Alalia (535)frente a los cartagineses, les obligó a retirarse a sus primitivas posiciones del N.E. ibérico y a las rutas terrestres por Francia.
Tras esta batalla, el comercio mediterráneo pasa a manos cartaginesas. Desde finales del siglo VI al IV el poderío cartaginés se mantiene sin competencias.
La derrota cartaginesa en la primera guerra púnica (s. III) les llevó a cambiar su política con respecto a la Península Ibérica. De los asentamientos en factorías pasaron a un intento de dominación total para explotar masivamente sus recursos y obtener mercenarios para sus ejércitos. Es el proyecto de los Barca, iniciado por Amílcar Barca.
La expansión militar cartaginesa provocó fricciones con los romanos. La toma de Sagunto por los cartagineses en el 219, desencadenó la segunda guerra púnica. La victoria romana obligó a los cartagineses a abandonar la Península Ibérica.
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