El orden jónico es el segundo, en sentido cronológico, de los órdenes arquitectónicos clásicos que tuvo su origen hacia el siglo VI a. C. en la costa oeste de Asia Menor y en las islas Cícladas. Es más dórico.
Esencialmente se diferencia del dórico en las columnas, aunque también aparecen pequeñas diferencias en los otros elementos. El pedestal está formado por tres escalones, dos inferiores o estereóbatos y uno superior estilóbato, sobre el que se alzan las columnas.
La primera característica que se aprecia en la columna es su fuste acanalado y un capitel de volutas horizontales. El fuste de la columna no descansa directamente sobre este escalón, sino que existe un elemento intermedio: la basa. Esta puede ser de dos tipos: basa ática compuesta por dos toros (un abultamiento semicircular); basa asiática caracterizada por dos estrechas escorcias sobre las cuales se asienta un toro macizo con acanaladuras horizontales.
El fuste presenta veinticuatro acanaladuras, separadas por unos finos listones. Esta distribución hace de esta columna una pieza más esbelta que la columna dórica. Su canon de altura se estableció en una proporción de diez veces el diámetro inferior. Hay que matizar que en su fuste no se utiliza la trampa de éntasis, por lo cual la columna se va estrechando según va ganando altura.
El segundo elemento que caracteriza el orden jónico es su capitel, que esta formado por equino y ábaco.
El equino esta decorado por dos volutas horizontales que presenta en la parte central una especie de cojín formado por el espacio entre las volutas, que se disponen en torno a unos ejes centrales y perfiladas por un canalillo entre ellas.
El ábaco es una lastra cuadrada muy baja que a veces aparece ligeramente perfilada.
El jónico sigue perteneciendo a la arquitectura arquitrabada.
El elemento sostenido principal es el entablamento que estaba dividido entres secciones: arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe se muestra usualmente descompuesto en tres bandas horizontales superpuestas y escalonadas. El friso es una banda continua (sin metopas ni triglifos) adornada con una sucesión de figuras en relieve. Carga directamente sobre el arquitrabe. La cornisa coronada por el alero forma un saledizo que generalmente cuenta con una moldura de tipo cimacio.
Esencialmente se diferencia del dórico en las columnas, aunque también aparecen pequeñas diferencias en los otros elementos. El pedestal está formado por tres escalones, dos inferiores o estereóbatos y uno superior estilóbato, sobre el que se alzan las columnas.
La primera característica que se aprecia en la columna es su fuste acanalado y un capitel de volutas horizontales. El fuste de la columna no descansa directamente sobre este escalón, sino que existe un elemento intermedio: la basa. Esta puede ser de dos tipos: basa ática compuesta por dos toros (un abultamiento semicircular); basa asiática caracterizada por dos estrechas escorcias sobre las cuales se asienta un toro macizo con acanaladuras horizontales.
El fuste presenta veinticuatro acanaladuras, separadas por unos finos listones. Esta distribución hace de esta columna una pieza más esbelta que la columna dórica. Su canon de altura se estableció en una proporción de diez veces el diámetro inferior. Hay que matizar que en su fuste no se utiliza la trampa de éntasis, por lo cual la columna se va estrechando según va ganando altura.
El segundo elemento que caracteriza el orden jónico es su capitel, que esta formado por equino y ábaco.
El equino esta decorado por dos volutas horizontales que presenta en la parte central una especie de cojín formado por el espacio entre las volutas, que se disponen en torno a unos ejes centrales y perfiladas por un canalillo entre ellas.
El ábaco es una lastra cuadrada muy baja que a veces aparece ligeramente perfilada.
El jónico sigue perteneciendo a la arquitectura arquitrabada.
El elemento sostenido principal es el entablamento que estaba dividido entres secciones: arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe se muestra usualmente descompuesto en tres bandas horizontales superpuestas y escalonadas. El friso es una banda continua (sin metopas ni triglifos) adornada con una sucesión de figuras en relieve. Carga directamente sobre el arquitrabe. La cornisa coronada por el alero forma un saledizo que generalmente cuenta con una moldura de tipo cimacio.
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