martes, 8 de septiembre de 2009

2. La conquista romana y el proceso de romanización

2.- La conquista romana de la Península Ibérica y el proceso de romanización.
2.1 - Etapas de la Conquista.
La conquista de Roma se inició en el siglo III a. C. y concluyó, tras un proceso largo y complejo, en el siglo I a.C. Se pueden distinguir tres etapas principales:
Conquista del este y el sur peninsular (218-197 a. C)
El inicio de la conquista se enmarcó en el contexto de la Segunda Guerra Púnica (guerras que enfrentaron a Roma y Cartago por la hegemonía en el mediterráneo occidental).
Los cartagineses tenían asentamientos importantes en el levante peninsular y desde allí atacaron Roma a través del sur de Francia y los Alpes. Roma contraatacó invadiendo las posesiones cartaginesas en Hispania a finales del siglo III. La victoria romana de Ilipa (209 a. C.) puso fin a la presencia cartaginesa en Hispania y consagró el dominio de Roma sobre el este y el sur peninsular.
Conquista del centro y el oeste peninsular (155-133 a. C.)
Los romanos tuvieron que hacer frente a la resistencia de los pueblos de esta zona. Los mejores ejemplos son las guerras lusitanas (155-136 a. C.) en las que destacó Viriato, líder lusitano, y la férrea resistencia celtíbera en Numancia hasta su rendición en el 133 a.C.
La República romana vivió diversas guerras civiles que llegaron a la península. Las luchas internas de Roma dieron lugar a enfrentamientos bélicos en la península. Un buen ejemplo es el enfrentamiento entre Pompeyo y César (49-45 a. C.). Estos conflictos aceleraron el dominio romano sobre la península.
Conquista del norte peninsular (29-19 a. C.)
El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto, primer emperador romano, con la dominación de galaicos, astures, cántabros y vascones (guerras cántabras).
La presencia de Roma en la P.I., viene determinada por el desarrollo de su lucha con Cartago, por la hegemonía del Mediterráneo. La toma de Tarraco en el 218 a. C (Tarragona) abre el período de la conquista de Hispania.
2.2 - Principales aspectos de la romanización.
Se denomina romanización al proceso de asimilación de la cultura, sociedad, política y economía romanas por parte de los pueblos que habitaban la Península Ibérica. La romanización se inicia con la conquista de Hispania en el siglo III a. C. llevada a cabo por las legiones romanas cuyos campamentos militares acabaron convirtiéndose en ciudades. Además Roma creó otras ciudades entre las que destacan Emérita Augusta(Mérida) y Caesaraugusta(Zaragoza) y anexionó otras ciudades importantes como Hispalis(Sevilla), Gades(Cádiz) o Malaca(Málaga). Hispania, considerada como una colonia en Roma, se limitó a exportar materias primas e importar productos manufacturados llegando a ser conocida como "el granero de Roma".
El Imperio Romano impone en Hispania el latín como lengua oficial y la propiedad privada por lo que las tierras pasaron a formar parte del ager público. Otra novedad aportada por Roma es el derecho romano que sustituyó al derecho de gentes y por el cual algunas personalidades indígenas consiguieron el derecho a la ciudadanía, derecho que, en el año 212 d. C., el emperador Caracalla concedió a todas las ciudades.
El cristianismo entro en la península durante la época romana y la cristianización fue fuerte y consistente.
Hispania brindó también muchos personajes importantes al mundo de la política y la cultura. En el ámbito político cabe destacar a dos emperadores: Trajano y Adriano ambos. En el ámbito cultural destacamos a Séneca nativo de la localidad de Córdoba que fue un filósofo romano conocido por sus obras de carácter moralista.

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